El Papa Francisco criticó este lunes a los cristianos corruptos y que llevan una "doble vida", aquellos que por un lado son benefactores de la Iglesia católica y por otro roban al Estado o a los pobres.
En el sermón de su misa matutina, que celebró en la capilla de la residencia vaticana de Santa Marta, reflexionó sobre el pasaje bíblico en el cual Jesús advirtió a quienes provocan escándalos.
Según el pontífice existen diferencias entre los pecadores y quienes escandalizan, porque los primeros se arrepienten, piden perdón, se sienten débiles y se humillan.
Pero los responsables de los escándalos no se arrepienten, continúan pecando pero actúan como si fuesen católicos. "Y la doble vida de un cristiano hace tanto mal", lamentó.
"¡Yo soy un benefactor de la Iglesia! Pongo la mano en el bolsillo y doy a la Iglesia. Pero con la otra mano roba: al Estado, a los pobres... roba. Es un injusto. Esto es doble vida", dijo.
"Y esto merece, lo dice Jesús, no lo digo yo, que le aten al cuello una piedra de molino y sea tirado al mar. No habla de perdón aquí", refirió.
Precisó que ese tipo de personas engañan y donde existe el engaño no existe el espíritu de Dios. Esa es la diferencia entre un pecador y un corrupto, por lo tanto quien tiene una doble vida es un corrupto, sostuvo.
"¡Cristianos corruptos, sacerdotes corruptos (...) cuánto mal hacen a la Iglesia! Porque no viven el espíritu del evangelio, sino el de la mundanidad", apuntó.
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